jueves, 26 de marzo de 2020

Religión 8°, Semana 1

 elemento decorativo

SEMANA DE APLICACIÓN: 
COLEGIO 

CALENDARIO
B
AÑO LECTIVO 
2019-2020
GRADO 
PERIODO
III
DOCENTE 


ESTANDAR

Conoce aspectos centrales acerca de aquello que los cristianos basados en la palabra de Dios, creen y practican con respecto al ser y misión de la iglesia, sus formas de organización comunitaria, su visión de la comunidad civil y de su presencia y acción al interior de la misma y relacionarlos con las narraciones bíblicas, con los signos y acciones morales y las fórmulas que expresan esas convicciones. 

COMPONENTE
Cristológico/Eclesiológico

INDICADOR DE DESEMPEÑO

Identifica las principales causas que propiciaron la supremacía de la Ley de Moisés frente al bienestar del pueblo judío.

METODOLOGÍA/ SECUENCIA DIDÁCTICA

  1. Unidad didáctica

¿En qué consiste la observancia de Jesús a los fariseos un grupo religioso líder de su tiempo?

  1. Propósito
Que el estudiante reconozca la organización y el pensamiento de los fariseos, un grupo religioso líder en tiempos de Jesús

  1. Desarrollo cognitivo instruccional 

Resultado de imagen de imagenes sobre los fariseos
A.   Analiza el video sobre Jesús y los fariseos, el cual permite reconocer la organización y pensamiento de este grupo religioso líder de su tiempo y el papel desempeñado por el Mesías. 

B.   Analizo, reflexiono y comprendo la siguiente información y luego resuelvo.

Los fariseos
Organización de los fariseos: Los fariseos, cuyo nombre significaba “los separados” o “los santos”, eran el grupo religioso más sobresaliente en la época de Jesús. Se llamaban así porque propugnaban ser el “resto escogido por Dios” para la salvación, la verdadera comunidad mesiánica que el día del juicio sería la primera en ser salvada. No se componía precisamente de gentes del estrato superior, sino que abarcaba toda categoría social, e incluso gentes sin formación en su mayoría. Sin embargo, su relación con los escribas era muy estrecha. Todos los fariseos del sanedrín eran escribas, y aunque podía haber escribas no fariseos, no era lo común. Por eso fariseo y escriba eran en tiempos de Jesús palabras que casi venían a significar lo mismo.  Los fariseos se agrupaban en comunidades fariseas, de tendencia muy cerrada. Sólo en Jerusalén, en tiempos de Jesús, había varias de estas comunidades. Tenían en sí muchos fines de interés público y obras de beneficencia. Eran una parte muy importante del pensar fariseo, cuyos pilares básicos eran: la pureza, las prescripciones de la ley, y las buenas obras caritativas. Las comunidades fariseas de Jerusalén tenían reglas concretas para la admisión de los miembros, lo cual muestra su carácter de comunidades particulares. 

Pensamiento de los fariseos: Los fariseos estaban preocupados por la estricta interpretación y observancia de la Torá, siendo el extremo más radical en la aplicación de los preceptos con el mayor detalle posible. De hecho, tenían en tanta  
estima, e incluso más, a la interpretación tradicional de la Torá, la tradicional oral, que a la propia Torá escrita. “Es más culpable enseñar contra las enseñanzas de los escribas que contra la Torá misma”, decían.
Creían en la inmortalidad del alma y en la existencia de una vida después de la muerte, donde los justos son resucitados en un nuevo cuerpo material y los malvados sufren un castigo eterno. La resurrección se realizaría al final de los tiempos, cuando se impusiera el reino mesiánico. La realización de buenas obras, son para ellos, por tanto, un aspecto esencial para garantizarse la salvación en el mundo futuro. Este aspecto de la resurrección les distanciaba de sus acérrimos adversarios, los saduceos, que negaban esta doctrina.  Del mismo modo, los fariseos admitían la existencia de ángeles y demonios, mientras que los saduceos no.  La doctrina de la providencia divina y el destino separaba a fariseos y saduceos. Los fariseos creían que tanto las buenas obras como el destino y Dios son necesarias para la salvación del hombre. Sostenían que el primer origen de todo es el destino y la voluntad de Dios, aunque admiten cierta importancia a las obras del hombre. Sin embargo, los saduceos niegan absolutamente el destino y plantean que Dios ofrece al hombre el libre albedrío de decidir entre el bien y el mal, por lo que son las obras humanas las que causan un destino favorable o desafortunado. Consideraban esencial separarse y no tener contacto con personas que, actuando a la ligera, contraían impureza ritual con motivo de innumerables prescripciones derivadas de la Torá. Trataban de relacionarse y convivir con personas fariseas con los mismos principios, encerrados en sus propias comunidades, evitando al pueblo llano en toda la medida de lo posible.



  1. Desarrollo Metodológico



  1. Evaluación